Las coronas dentales son prótesis que se colocan sobre un diente o implante. Dependiendo de la situación, pueden cubrir completamente la pieza dental afectada y cumplir con las funciones de masticación necesarias para el paciente. Estas fundas pueden ser elaboradas con diferentes materiales, todos destinados a proteger el diente dañado. Tienen una apariencia natural y, con el cuidado adecuado, pueden durar hasta 25 años.
Las coronas dentales artificiales son esenciales para restaurar tanto la estética como la funcionalidad de la dentadura. Se emplean ampliamente en implantología porque permiten reemplazar un diente o protegerlo de un deterioro mayor. Gracias a estos dispositivos, las piezas dentales dañadas pueden preservarse, evitando su pérdida.